Cómo mantener el cepillo de dientes limpio.
Cinco consejos para que el cepillo de tu hijo no esté sucio.
Cepillarse los dientes tres veces al día, no comer mucho azucar, y visitar nuestra Clínica Dental cada seis meses, son algunos de los consejos que nos da el Ratoncito Pérez. Para ello en este post te voy a dar cinco consejos que harán de tu cepillo de dientes tu mejor aliado.
1. Lávate las manos
Es muy importante lavarse bien las manos para mantener un cepillo de dientes limpio y en perfecto estado de revista. Tanto las cerdas como el mango del cepillo de dientes son los lugares en los nuestro se acumulan más gérmenes y bacterias por eso es muy importante que lavemos nuestras manos antes de proceder a cepillarnos los dientes.
2. Guarda tu cepillo correctamente
En este punto hay un error muy habitual y muy generalizado que se hace en casi todas las casas: guardar el cepillo de en un vaso junto con los del resto de la familia. Esto no tiene porqué causar problemas si los cepillos están suficientemente separados para que no se produzca una transferencia de bacterias entre ellos, por eso es muy importante que evites guardar muchos cepillos en un mismo vaso ya que el contagio, de esta manera, será más complicado.
3. Limpia tu cepillo con agua después de cada uso
Cuando termines de cepillarte los dientes es muy importante que elimines cualquier resto de pasta de dientes que pueda quedar en él. Para conseguirlo tan solo necesitas ponerlo bajo el grifo y lavarlo bien con agua tibia o caliente hasta que los restos desaparezca. Cuando termines, colócalo en posición vertical y deja que se seque al aire
4. No cubras tu cepillo de dientes justo después de haberlo usado
Ya te he hablado antes del uso de la tapa del cepillo de dientes. Si bien es cierto que estas pueden ayudar a prevenir el contagio de bacterias, la realidad es que si las usamos mal pueden ser mas perjudiciales que beneficiosas. Es decir, si tapamos nuestro cepillo de dientes nada más usarlo lo único que estamos haciendo es que la humedad provoque un mayor número de bacterias y gérmenes. Por eso es aconsejable que el cepillo se seque correctamente.
5. Si te pones enfermo, cambia tu cepillo de dientes al recuperarte
Muchas enfermedades se transmiten a través de los fluidos corporales como la saliva, por eso si te pones enfermo, primero, separa tu cepillo para evitar contagiar al resto de tu familia y, segundo, al recuperarte tíralo y utiliza uno nuevo. De esta manera evitarás que cualquier bacteria que se haya quedado en tu cepillo pueda volver a provocar una enfermedad.